Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Suscríbete Google Podcasts | RSS
Era la primera vez que nos veíamos frente a frente. Su enorme cabeza captó mi atención desde el primer momento. Destacaba por ello de entre los demás, alzándose como un titán. De repente toda la luz de la habitación pareció enfocarle y todo lo que había a su alrededor se volvió nebuloso. No podía dejar de mirarlo. A medida que me acercaba, una musiquilla celestial comenzó a sonar en mi cabeza, cada vez más fuerte. Me detuve frente a él. Comencé a girar a su alrededor, admirando todos sus detalles y proporciones. Tuve la sensación de que me devolvía la mirada. No pude evitar acercar mi mano y tocarlo. Su tacto era frío, pero a la vez cálido, amigable, cercano. En ese momento lo supe. Nuestras vidas se unirían eternamente. Estuve allí, de pie, contemplando su belleza y sintiendo su atracción, durante 20´, sólos “él” y yo. Después, me acerqué al mostrador y pedí a un dependiente que me atendiera. “¿Qué desea?” – me dijo un joven, de traje gris, que lucía una chapita en la solapa con el logotipo del ECI- “Me he enamorado”- respondí. Y señalando con mi dedo índice al expositor anuncié: “Quiero aquel iMac”.
Así fue el encuentro con mi primer ordenador de Apple y hoy te contaré su historia.
Soy Sixcamara, el piloto de podcast YslaMac y éste es mi Report, del mes de Octubre de 2021, para la Ysla de los Macníficos.
Steve Jobs presentó mi iMac en un evento especial de Apple en Agosto de 2007. Este producto recibe la nomenclatura iMac middle 2007 o también iMac 7,1 en la gama Mac. Partía de un modelo base, el que compré, de 20´ con procesador Intel Core 2 Duo (en concreto un T7700) a 2,4 GHz. Disponía de 1Gb de memoria RAM DDR2 de 667 MHz, disco duro de 320 Gb, tarjeta gráfica dedicada ATI Raedon HD2600 con 256 Mb, Superdrive DVD+R con slot vertical, altavoces estéreo, cámara iSight y pantalla glossy TFT LCD 1680×1050. Este fue el momento de la presentación …
En aquel entonces yo vivía en la ignorancia … y no sabía mucho sobre Apple, más allá de lo deslumbrante de su diseño y lo inalcanzable de su precio. Andaba más ocupado con otros temas, concretamente aprendiendo a cambiar pañales y a preparar biberones … y durmiendo más bien poco. Acababa de ser padre, primerizo, a más señas. Pero meses después, cuando ya tenía dominada mis funciones paternales, me vi obligado a considerar la compra de un Mac. Mi PC portátil Samsung x10 (con procesador Intel Centrino) me dio un par de sustos muy serios y estuvo a punto de morir. En las últimas revisiones en el servicio técnico me advirtieron de su “inestabilidad” y unido a los ánimos y aliento por parte de algunos amigos para que iniciara el camino de la conversión, me decidió… no sin antes meditar durante 1 año el modelo más apropiado para mí (ya sabéis cómo soy).

La compra
En el Centro Comercial de El Corte Inglés de Linares, supuso una inversión de 1085€ el 24 de Junio de 2008 (aporto factura que lo demuestra). Todavía recuerdo el olor que percibí en casa haciendo el unboxing. Me impresionó mucho el nivel de detalle en el embalaje y lo mucho que disfruté y emocioné al abrirlo. Al menos estuvo 1 año presidiendo mi escritorio, en el que apenas pasé de utilizar Safari. En ese tiempo encontré webs y blogs que predicaban la doctrina y me fui familiarizando con el software. Comencé a escuchar podcasts, a seguir tutoriales y a descargar programas. Cuando me di cuenta ya apenas usaba el portátil. Mi productividad (profesional y personal) pasaron a basarse en el iMac y empecé a volar sólo.
Recuerdo con cariño la cantidad ingente de videos editados y producidos con el paquete iLife. Cuantos recuerdos familiares. Cuantos recuerdos de una vida. No puedo describir la sensación de disfrute pleno que experimenté en los procesos de creación y lo mucho que se sorprendía y disfrutaba la familia en su visionado posterior. Cuántas fotografías editadas y clasificadas. Cuántas presentaciones, videos. Incluso pósters, postales, calendarios, … todavía los conservo.
En lo profesional ha sido una herramienta determinante y con un alto impacto.
Ya os he contado que trabajo como enfermero de emergencias sanitarias. Desde el primer momento me convencí a mí mismo de que la inversión en esta máquina merecía la pena, también por el uso que le daría en mi rol profesional. Y no me equivoqué. Si echo la vista atrás, creo que me habría perdido muchas actividades y creaciones profesionales si no hubiera podido disfrutar de mi iMac. Puedo mencionar algunos ejemplos:
En el año 2006 lanzamos una revista digital en pdf, de difusión online y newsletter. Se llamaba “PáginasEnferurg” y estaba editada con Pages. Se publicó durante 3 años y tenía una base de 1000 descargas por número.
En 2008 colaboré con la Universidad de Jaén en un título de Postgrado en Enfermería de urgencias y emergencias (con el que ya había colaborado en ediciones anteriores). Mi función era la de coordinador. Me impliqué mucho en la organización y presenté una propuesta, que fue aceptada, para dotarlo de contenidos y recursos multimedia para la formación. Dotamos a cada alumno/a con un iPodTouch y preparamos cantidades ingentes de horas con vídeos, podcast, audios, docs, … para los alumnos. Disfruté y aprendí enormemente y el resultado fue exitoso y pionero para la época. Todos los recursos fueron producidos y elaborados con mi iMac. Todavía me pican los ojos al recordar las horas de trabajo y dedicación frente a la pantalla.
En mi trabajo como enfermero de emergencias, siempre que tuve la oportunidad, en cualquier proyecto, de aportar elementos multimedia, los hice recurriendo a mi iMac y a sus herramientas software (presentaciones, documentos, vídeos …).
No podría dejar de mencionar mi actividad como podcaster y lo mucho que mi iMac me ha ayudado a llevarla a cabo. Primero con GarageBand, luego con Amadeus y en esta última etapa con Hindemburg. Todas ellas aplicaciones software que utilicé en mi iMac.

Incluso en mi faceta como ilusionista, me beneficié de disponer de un Mac
Usando, por ejemplo, iWeb para hacer la página web y otros infoproductos. Me encantaba iWeb. Me parecía increíble lo que podías llegar a hacer sin tener ni idea de desarrollo web. Incluso después de “muerto” este software (a manos de la propia Apple) adquirí algún manual para extender su vida más allá.
En mi faceta como emprendedor, este iMac me ha acompañado todos estos años y ha sido especialmente destacable su papel a la hora de fundar el proyecto Emergency Medical Drone. He perdido la cuenta de las horas de satisfacción que este ordenador me ha proporcionado creando documentos y presentaciones que impresionaban a los mentores, tutores, profesores e inversores y socios de este proyecto.
Ni que decir tiene que contagié al resto de la familia para su conversión a la doctrina. Hoy todas “son de Mac”.
A lo largo de su vida, he sometido a este iMac a varias expansiones y actualizaciones. A finales de 2009 adquirí online una licencia de actualización a SO Snow Leopard, por un importe de 8,95€, que pagué con PayPal y que recibí en formato físico (DVD) días después. En Enero de 2010 actualicé su software iLife a la edición de 2009 por importe de 79€. Al mismo tiempo aumenté su memoria RAM de 2 a 4 Gb por importe de 180€ de memoria original del Apple. Recuerdo que hice el pedido de estos dos últimos artículos por teléfono. En Diciembre de 2011 adquirí en RosselliTec Jaén un teclado inalámbrico por importe de 100€.
En todos estos años no creo que se me haya quedado “colgado” en más de 10 ocasiones. No recuerdo exactamente cuántas, pero sí recuerdo la primera vez que ocurrió, porque entré en pánico. Era 2015 estaba tan tranquilo, frente a mi escritorio, encendiendo mi iMac y nada más arrancar aparece una carpeta con un signo de interrogación… no se movía el ratón, no tecleaba el teclado … y de ahí no salía. La única manera de salir era haciendo resert. Afortunadamente ya disponía en Jaén de un SAT oficial de Apple (RosselliTec).
Su diagnóstico fue claro, “este Mac funciona perfectamente”, así lo tomé bajo el brazo y volví a casa. Pero al encenderlo de nuevo ocurrió el mismo error al arrancar. Volví al SAT y me ofrecieron la posibilidad de reemplazar el disco duro. Así lo hice y por importe de 99,99€ volví a casa con el ordenador reparado y con un disco duro HD de 500Gb. No os podéis imaginar la cara que puse al comprobar que el error se mantenía exactamente igual que antes, cuando encendí mi ordenador. Después descubrí que se trataba de un error que sufrían los macs al estar conectados a un router de telefónica por una vulnerabilidad de incompatibilidad iPv6Multicast, que se resolvía sencillamente, modificando manualmente la configuración de red.
A principios de 2017 volví a cambiar la RAM, yo mismo, gracias al acceso fácil en su parte inferior. Y es que, un sólo tornillo te separaba de cambiarla tú mismo en este modelo (igual que ahora ;-)). Oficialmente este modelo de Mac no soporta más de 4Gb, pero en varios foros había leído que muchos usuarios montaban sin problema 6Gb (4+2) y así lo hice por importe de 107,53€ (vía Macníficos).
En aquella época llegaba Sierra, que luego fue High Sierra y mi Mac, que ya contaba con unos pocos años, dejó de recibir actualizaciones de Sistema Operativo. Seguí recibiendo actualizaciones de seguridad, eso sí. Estaba seguro de que había alguna manera, no oficial, de actualizar a High Sierra. Buceando en la red descubrí una comunidad, al frente de la cual se encontraba un desarrollador (dosdude1) que ofrecía un parche para poder actualizar a cada nueva versión del Sistema Operativo de Apple.

Me encontré sin embargo con una dificultad no esperada.
Mi modelo de iMac, en principio, no soportaba el parche de este desarrollador. El motivo era la incompatibilidad de su procesador T7700. Dándole vueltas se me ocurrió la alternativa de cambiarle el procesador. Investigué un poco más y el propio desarrollador del parche, en sus notas, hacía constar que mi modelo de iMac podría soportar el parche si previamente se cambiaba su procesador a uno posterior (T9500). En 2019 hablé con mi colega Dani (AppInformática Bulevar) y, tras explicarle la situación, acepto el reto de meter en quirófano a aquel viejo Mac. Así lo hizo, por un importe de 300€, a cambio de reemplazar el procesador y añadir un nuevo disco duro, esta vez, SSD de 1 Tb Samsung EVO. La operación fue un éxito y esto me permitió actualizar a HighSierra y seguir disfrutando mucho más de mi iMac 7,1 de 2007. Sin saberlo había dejado reluciente mi iMac justo antes de la pandemia.
Papel fundamental y decisivo el que ha desempeñado mi iMac en todos los largos meses de la pandemia y el confinamiento, en los que se ha comportado sin despeinarse, acompañándome en los momentos más duros, en los de ocio, formación, videoconferencias y todo aquello que os podáis imaginar.
El pasado mes de Junio de esta año 2021, unas líneas verticales, intrusivas y con un patrón fijo que se repetía hacían inutilizadle mi iMac de 2007. Saltaron todas las alarmas y tras una intensa semana de restauraciones, llegué a la conclusión de que su tarjeta gráfica había muerto. Lo llevé a mi “médico” de cabecera (Dani, otra vez) y me tranquilizó. “No te preocupes que con un Reballing de la gráfica lo dejamos nuevo”. Eso me dijo, eso hizo y así ocurrió, por importe de apenas 50€. Desde entonces sigue nuevo, a pleno rendimiento y funcionando, esta vez, actualizado a Catalina con un nuevo parche del desarrollador Dosdude1.
Así pues, tras casi 15 años de vida, mi iMac sigue vivo y funcionando a pleno rendimiento. Si sumamos las cifras de los importes mencionados en este episodio, la cantidad final alcanza los 2010€. Total, algo más de 2000€ por 13 años de servicio, unos 150€/año o 12€/mes. No está nada mal para un ordenador de 2007. Actualmente diría que vive su mejor momento. Sin embargo llegó la hora de renovarlo (que ya está bien). Este verano, aprovechando la campaña de “vuelta al cole” adquirí un nuevo Mac, generación M1. No negaré que derramé unas lagrimillas al desmontar el iMac de mi mesa de escritorio. Los seres humanos somos así …
Seguramente pensarás que soy un materialista caprichoso hijo del consumismo, que tiene la desfachatez de permitirse el lujo de mostrar sentimientos hacia un objeto material. Puede que no te falte razón … no tengo argumentos en mi defensa. Yo sólo quería contarte hoy la historia de mi Mac … que no deja de ser, también, parte y emoción de mi propia historia.
Por cierto. Me desprendí de mi iMac sí, … pero lo heredó mi hija Sara de 10 años. Su cara frente a su nuevo ordenador parece la del Capitán James T Kirk en el puente del USS Enterprise. Así que me consuela pensar que, mi eterno compañero, me sigue acompañando a penas a una mesa de distancia de la mía.