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De un tiempo a esta parte asistimos a una serie de fenómenos extraños en lo que a la climatología se refiere. Los que ya hemos dado bastantes vueltas al sol recordamos fragmentos, en nuestra ya perjudicada memoria, de conversaciones con nuestros referentes mas ancianos que nos referían periodos en donde parecían confabularse todas las fuerzas del averno para complicarnos la vida a través de los fenómenos meteorológicos: tormentas inesperadas de pedrisco, heladas en meses poco habituales, sequías pertinaces, …etc. Todos estos fenómenos modelaban la vida de bastantes personas que solo tenían como arma mirar al cielo y rogar a las deidades que intercediera. El transcurrir del tiempo nos pone de manifiesto que igual a una noria gigante en movimiento perpetuo, estos fenómenos se repiten dejándonos ver nuestra fragilidad ante los mismos. Décadas de avances científicos y técnicos se muestran impotentes para solucionar estas alteraciones de la naturaleza que tanto impacto tienen en nuestro día a día. No deja de ser sorprendente como los humanos, que tanto nos afanamos en transformar nuestro planeta en un territorio desolado y hostil, llegado el momento imploramos a nuestras creencias y rogamos que actúen con su manto protector. Si, somos los mismos, que una vez pasado el peligro olvidamos que nuestras acciones u omisiones nos conducen a un infernal desfiladero de consecuencias cuanto menos no muy prometedoras. No paramos y reflexionamos sobre que quizá algo estamos haciendo mal. Los fenómenos meteorológicos adversos son aquellos que tienen el potencial de causar daños significativos a las personas, la propiedad y el medio ambiente. Estos pueden incluir tormentas severas, huracanes, tornados, inundaciones, sequías, nevadas extremas, olas de calor y frío extremo, entre otros. Estos eventos pueden causar daños graves a la infraestructura, provocar interrupciones en los servicios básicos, como la energía eléctrica, el agua y las más seca y vulnerable a la ignición. Los incendios forestales causados por la sequía pueden generar grandes cantidades de humo y partículas finas que pueden dañar la salud humana y afectar la calidad del aire en áreas cercanas. La sequía pertinaz puede tener un impacto negativo en la biodiversidad, ya que muchas especies de plantas y animales dependen del agua para sobrevivir. Además, la sequía puede cambiar los patrones migratorios de las aves y otros animales, lo que puede tener consecuencias impredecibles en los ecosistemas. Hoy en día, sabemos que la sequía es causada por una variedad de factores tanto naturales como humanos. El cambio climático es uno de los principales factores que contribuyen a la sequía. El aumento de la temperatura global y la alteración de los patrones de precipitación están cambiando el ciclo hidrológico y aumentando la frecuencia e intensidad de las sequías en muchas partes del mundo. La variabilidad climática natural, como el fenómeno de El Niño y La Niña, también puede ser una causa de la sequía. Estos eventos climáticos pueden alterar los patrones de precipitación y la temperatura en diferentes partes del mundo, lo que puede llevar a la sequía. La actividad humana, como la deforestación, el pastoreo excesivo, la agricultura intensiva y la urbanización, también puede contribuir a la sequía. Estas actividades pueden alterar el ciclo hidrológico natural y reducir la cantidad de agua disponible para la vegetación y el consumo humano. El agotamiento de los recursos hídricos, como acuíferos y ríos, también puede contribuir a la sequía. El uso excesivo de los recursos hídricos puede reducir su disponibilidad y hacer que las regiones que dependen de ellos sean más vulnerables a la sequía. Sabemos que vivimos en la era de la ciencia y la tecnología y pensar que esta nos ofrece una variedad de medidas para enfrentar la sequía y reducir el impacto de sus negativos efectos. Algunas propuestas diría que son de fácil implantación porque las herramientas a nuestro alcance nos facilitan las acciones que ya les hubiese gustado poder adoptar a nuestros antepasados. Creo que no debemos pasar mucho tiempo y comenzar a luchar contra la sequía poniendo en practica: La conservación del agua como medida efectiva para enfrentar la sequía ya que la ciencia nos ofrece una variedad de técnicas y tecnologías para reducir el consumo de agua, como la instalación de dispositivos de ahorro de agua, la adopción de prácticas de riego eficientes en la agricultura y la gestión adecuada de las aguas residuales. El reciclaje de agua puede ayudar a enfrentar la sequía al permitir que el agua utilizada en los hogares, la agricultura y la industria sea reutilizada. La ciencia ha desarrollado tecnologías avanzadas para el tratamiento de aguas residuales que permiten la recuperación de agua de alta calidad para diversos usos. La ciencia nos ofrece técnicas avanzadas de agricultura, como la agricultura de precisión, la selección de cultivos resistentes a la sequía y la implementación de prácticas de gestión de suelo eficientes. Estas técnicas pueden ayudar a reducir la demanda de agua en la agricultura y mejorar la productividad de los cultivos en condiciones de sequía. La ciencia nos ofrece herramientas para una gestión adecuada de los
recursos hídricos, como la evaluación de la disponibilidad de agua y el establecimiento de medidas para su conservación y uso eficiente. La investigación continua de la sequía puede proporcionar información valiosa sobre sus causas y efectos, lo que puede ayudar a las comunidades y gobiernos a desarrollar planes de gestión de sequías más efectivos y a tomar medidas preventivas para reducir su impacto. Todo lo anterior se puede complementar con un aliado que hoy tenemos y nuestros abuelos ni lo g , la IA. Los continuos avances de ésta tecnología nos facilitaran el trabajo para identificar el problema y poder actuar sobre ellos con una base científica. La IA puede ayudar a mejorar la predicción y la comprensión de los fenómenos climáticos adversos, como las sequías. La IA puede analizar grandes cantidades de datos climáticos históricos y en tiempo real para identificar patrones y tendencias, lo que puede mejorar la precisión de las predicciones meteorológicas y la planificación de medidas preventivas. Ademas la IA puede ayudar a gestionar los recursos hídricos y reducir la demanda de agua. La IA puede analizar los datos de uso del agua y la calidad del agua para identificar patrones y tendencias, lo que puede ayudar a los gestores de recursos hídricos a tomar decisiones más informadas y eficientes. También la IA puede ayudar a la gestión de emergencias y la respuesta a desastres climáticos. La IA puede analizar datos en tiempo real de sensores remotos y otros dispositivos de monitoreo para proporcionar información sobre la situación en el terreno y ayudar a coordinar la respuesta de emergencia. Y muy importante, la IA puede ayudar a la gestión de la energía y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. La IA puede analizar los datos de consumo de energía y las condiciones meteorológicas para optimizar la producción y distribución de energía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Con todo lo anterior, en ningún momento he querido ser catastrofista, apelo a la reflexión y si cada uno somos capaces de interiorizar el problema estoy seguro que por lo menos vamos a dejar un panorama mas halagüeño a nuestros descendientes. Hoy gracias a la ciencia y la tecnología tenemos las herramientas y solo nos queda ponernos manos a la obra.
Este fue mi report de mayo para la Isla de los Macníficos. Espero que os haya gustado y me doy por satisfecho si logro por lo menos haceros reflexionar.