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Sí, sí. Estoy buscando una nueva sartén para poder cocinar porque la que usábamos en casa se ha deteriorado con el uso, y ya no podemos utilizarla porque se pega la comida. No sé si alguno se está preguntando qué tiene esto que ver con la tecnología. ¡¡Jejejejeje!!
Soy Lorenzo Morillas Buytrago, #elAlmirante de La Ysla de Los Macníficos, y en mi #podcast del mes de marzo os cuento cómo me ha ido buscando nueva sartén…. sí, sí, sí… nueva sartén para cocinar, y hasta dónde me ha llevado el proceso de búsqueda.
Todo comenzó cuando fui a usar mi sartén de 28 cm de diámetro, de aluminio y con recubrimiendo antiadherente. Ese recubrimiento había desaparecido, por el uso a lo largo de los años, en diferentes partes y por tanto había que evitar usarla porque se pegaba la comida.
¿Qué sartén compro? Partiendo de la necesidad de una sartén para cocinar en inducción, inicié el análisis de variables como…
- ¿Aluminio, hierro o acero inoxidable?
- ¿Con recubrimiento antiadherente o sin él?

¿Por qué se pegan los alimentos en la sartén?
En el podcast os explico cómo fue todo y finalmente el modelo por el que me decidí. Pero el tema de elementos antiadherentes, o no, me llevó a preguntarme ¿por qué se pegan los alimentos cuando cocinamos? Igual es por defecto profesional, pero lo cierto es que la cuestión entró en mi mente, y tenía que resolverla.
Se trata de algo tremendamente interesante que tiene que ver con la temperatura de la sartén y de los propios alimentos que vamos a cocinar. Os lo explico, creo que muy bien, en el podcast, de ahí que os recomiende escucharlo si queréis despejar vuestras dudas.
Sí os avanzo que el recubrimiento de esas sartenes antiadherentes no es más que un elemento que colocamos entre la sartén y la comida para que no se pegue… algo que se puede realizar de manera natural con productos como, por ejemplo, algunos aceites de semilla (girasol o maíz, entre otros). Como os podéis imaginar, no pude resistirme a hacer el experimento, y ¡¡¡vaya si lo hice!!! Esto me llevó a conocer al médico alemán del siglo XVIII Johann Gottlob Leidenfrost (¿no os dice nada el apellido o parte de él? Ojo al denominado Efecto Leidenfrost) y a algún científico más como Pierre-Hippolyte Boutigny .
¡¡Vaya!! Lo que empezó siendo la compra de un sencillo utensilio para cocinar ha acabado en un experimento de física.
Os espero en el podcast.